Fueron empleados para tirar de trineos, y especialmente para la carrera All-Alaska Sweepstakes, que comprendía 657 km desde Nome hasta Candle, ida y vuelta.
De menor tamaño, más rápidos y de mayor resistencia que los perros comunes (entre 45 y 54 kg) usados en general, los siberianos inmediatamente dominaron la carrera.
En aquella época, las hembras que nacían eran sacrificadas, y únicamente conseguían sobrevivir aquellas que presentaban una gran vitalidad, ya que eran utilizadas para la reproducción. Los machos que nacían también tenían que pasar una prueba de aptitud, corriendo la misma suerte que las hembras, ya que los chukchi (tribu que los criaba) eran muy estrictos. Los elegidos, en cambio, eran tratados de forma excepcional, con los mejores cuidados y la mejor alimentación.
En enero de 1925, en Estados Unidos, una epidemia de difteria asestó un duro golpe a la ciudad de Nome, en Alaska.

En la actualidad, muchos de los Siberian Husky registrados en América del Norte son descendientes de los primeros perros importados desde Siberia en 1930, habiendo sido entrenados por Leonhard Seppala.
Es ampliamente reconocido que los huskies se originaron exclusivamente con los miembros de la tribu Chukchi del este de Siberia. Hay evidencias de que los siberianos han sido importados desde las tribus de Koryak y Kamchadal. Recientes análisis de ADN revelan que ésta es una de las más antiguas razas de perros en el mundo.
ALUMNA: Vera Pinedo, Kiara Jazmín
ASESORADO POR: Seminario Castillo, Carmen Aurora
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